Cuenca Rural

Martes 25.01.2011La suma de los pequeños detalles bien realizados día a día, nos va a llevar a la obtención de pieles tope.

Por el contrario, la suma de pequeños errores cometidos a diario, tiene como resultado pieles de bajo valor o a veces invendibles.

No estamos en esta actividad para perder dinero, sino todo lo contrario; por lo tanto, si queremos ser exitosos en nuestro emprendimiento, debemos optimizar nuestro trabajo diario para llegar a un buen fin.

Optimizar nuestro trabajo no significa trabajar de más, sino significa saber hacer bien las cosas y llevarlo a cabo en tiempo y medida justos.

El período que lleva producir un animal desde el momento del destete hasta el punto en que está listo para el peleteo es bastante largo, normalmente lleva alrededor de 9 meses, y es allí donde ocurren la mayor cantidad de cosas en la vida de un animal que van a llevar a convertirlo en la piel que tanto buscábamos.

Comencemos por el principio; una buena piel se hace desde el momento en que apareamos a los padres del animal que nos va a dar la piel; esto es hablar de la genética.

Sin calidad genética óptima, jamás obtendremos pieles de primer nivel; pero aún teniéndola si no sabemos o no hacemos bien las cosas, tampoco lo lograremos.

Supongamos que tenemos ya nuestros gazapos nacidos, de óptima calidad.
Estadísticamente, un 25 % de ellos serán inferiores en calidad a sus padres, un 50 % serán iguales a sus padres y el otro 25 % serán superiores.

De nosotros depende, en la forma en que manejemos y elijamos estos porcentajes, el avance de nuestro criadero. Al segundo día de vida, nuestros gazapos nos mostrarán en gran medida lo que van a ser de adultos, y esto nos ayudará a ir planeando lo que haremos con ellos.

De todas maneras, en los primeros tiempos todos los animales recibirán el mismo tratamiento, hasta que lleguemos al destete.

Es importante asegurarnos que todos los gazapos se alimenten correctamente, pues los que se subalimentaron durante el período de lactancia ( por culpa de falta de leche de la madre o por problemas de manejo ) y apenas sobrevivieron hasta el destete, difícilmente llegarán en el período de desarrollo normal a obtener el tamaño y calidad que necesitamos.

Bueno, sin detenernos mayormente en esta etapa, llegamos por fin al momento del destete, que normalmente se realiza entre los 45 y 60 días de vida del gazapo.

Yo personalmente aconsejo hacerlo a los 45 días. Si se trabaja con animales grandes, de buena calidad, y con alimento y tecnología de última generación prácticamente todos nuestros gazapos llegarán a los 45 días de vida en óptimas condiciones de tamaño y salud para ser destetados sin inconvenientes.

Solamente los gazapos que no alcanzaron el desarrollo ideal, como a veces sucede en los casos de las camadas de 3 ó 4 pichones serán dejados algunos días más con la madre para su recuperación.

El destetarlos a los 45 y no a los 60 días, posibilita además de dejar descansar antes a la madre, el permitir el acceso al macho y poder obtener el servicio en el segundo celo de la hembra después del de post - parto, que se produciría alrededor de los 56 días en el caso que la hembra no haya quedado preñada de post - parto.

Con respecto a esto último, muchos criadores sólo permiten el ingreso al macho para el servicio post - parto únicamente cuando la camada nacida ha sido de 1 ó 2 gazapos, cerrando automáticamente el túnel de acceso si la misma supera las 2 crías.

En base a la experiencia obtenida en el transcurso de tantos años de cría, y a lo observado en los criaderos más importantes de U.S.A., aprendí que en definitiva el organismo de la hembra es el que decide si ésta va a ovular o no.

Madres bien alimentadas, fuertes, que dan hijos grandes, suelen tener celo post - parto y tomar el servicio correspondiente, sin mayores alteraciones o desgastes físicos. Por el contrario, si la hembra no se encuentra en condiciones físicas ideales, el celo post - parto no se produce y en consecuencia no hay servicio, logrando la misma el requerido descanso.

Para lograr esto, es necesario dejar abierta la puerta del túnel del macho entre 4 y 5 días después del parto, en todos los casos no olvidando bajar o retirar las maderas o tolvas de baño para evitar que los gazapos suban a éstas y escapen por el túnel, con los lógicos inconvenientes que esto podría ocasionar.

Haciendo uso de este sistema, obtendremos un mayor promedio de nacimiento de animales, y no habrá problema por un desgaste prematuro de las madres, ya que como dije anteriormente, el organismo de las mismas es el que decide si ovular o no, y notarán que no en todos los casos se produce el servicio.

Las hembras jóvenes tolerarán perfectamente el ritmo, además de nada nos sirve cerrar los túneles evitando un posible servicio para prolongar la vida útil de las hembras, ya que las mismas después de 5 ó 6 años de trabajo con cualquiera de los sistemas declinarán automáticamente su producción; con el sistema que yo sugiero van a aprovechar íntegramente los años de plenitud de cada madre.

Nunca aconsejo destetar gazapos antes de los 45 días de vida, pues éstos necesitan estar con su madre hasta ese momento para madurar correctamente y resistir sin inconvenientes la separación de la misma.

Además a esa edad, se produce un cambio en la mucosa intestinal del gazapo, que sumado al stress producto de la separación de su madre, a la interrupción del alimento líquido y al cambio de jaula y/ o ambiente, pueden resentir su salud y producir su muerte.

En todos los casos, aconsejo separar los gazapos junto con su o sus hermanos; esto contribuye muchisimo a la adaptación a la nueva vida.

La época de nacimientos en nuestro hemisferio suele darse con mayor intensidad durante los meses de septiembre a febrero.

El criador debe tener jaulas libres disponibles, sabiendo con anticipación el momento en que va a usarlas, pudiendo de esta manera cumplir con los tiempos adecuados de separación, evitando de esta forma producir hacinamiento en las jaulas producto de excesiva densidad de animales en las mismas, ya que los gazapos cuando crecen, requieren su propio espacio y en este caso compiten con sus hermanos y con su propia madre, comen a la par de ella y ensucian casi lo mismo.

La capacidad de viruta en las bandejas de las jaulas no va a resistir, ésta se va a saturar y la gran humedad manchará nuestros animales. Esto puede ocasionar casos de hongos o comepelos producto del hacinamiento, suciedad y falta de alimento.

Conclusión: gazapos destetados tardíamente por culpa de falta de jaulas disponibles producen animales en malas condiciones para piel, que difícilmente lleguen al mismo nivel que los animales que fueron separados a tiempo.
Es muy importante controlar que nuestros gazapos hayan aprendido a tomar agua del bebedero automático, pues en caso contrario se deshidratarán, perderán peso y pueden llegar a morir.

Nos daremos cuenta de esto porque no comerán, y estarán desesperados alrededor de la válvula pendientes que la apretemos para chupar el agua que sale.

Utilizando una mamadera, solucionamos inmediatamente el problema, pues ellos pueden tomar agua fácilmente con este elemento.

Con un poco más de tiempo de desarrollo mental del gazapo este aprenderá a tomar sin inconvenientes de la válvula.

Aconsejo separar a cada hermano entre sí, a jaula individual a partir de los 60 días de vida, esto es a los 15 días de haberlos separado ( como máximo a los 90 días ); a esta edad estarán suficientemente preparados para afrontar la vida solos.

Al separarlos individualmente pronto, evitaremos sobre todo las peleas entre ellos para establecer orden jerárquico y la disputa por la comida, cosa que seguramente provocará pequeñas clapas y hasta a veces cicatrices en la piel que se notarán siempre, aún cuando sean adultos y, obviamente, perjudicarán el precio de nuestra piel.

Por supuesto que en el caso de dos hermanas pueden permanecer en la misma jaula por más tiempo, ya que ellas probablemente en el futuro serán reproductoras y no pieles, y no nos afectará tanto algún pequeño detalle en su piel, pero la otra ventaja de separar jóvenes a los gazapos entre sí es que está comprobado que solos se alimentan mejor y desarrollan antes.

Sugiero que cada vez que se incorporen jaulas nuevas a un criadero estas sean utilizadas para los machos, dejando las jaulas viejas para las hembras, de esta manera, siempre tendremos más limpios los machos y por consecuencia las pieles.

Además, deben ser ubicadas en el sector más ventilado del criadero, o en el salón más ventilado en caso de tener más de un local.

Es preferible impedir la entrada directa de luz solar en el lugar donde estén los machos preparándose para piel, pues esta decolora y oxida el pelo de nuestros animales.

Respecto a las jaulas, éstas deben ser de la mejor calidad posible, con correcto diseño, materiales inoxidables, y puertas amplias, para poder extraer los animales para control sin riesgos de producir clapas.

El tamaño de las jaulas para criar machos para piel, debe ser el mismo que el de la jaula de cría, con o sin túnel.

Las jaulas gazaperas en general son de tamaño menor que las de cría, la bandeja también es menor y la capacidad de viruta no va a alcanzar para 1 semana, que en promedio es el tiempo normal de cambio, además los machos jóvenes son muy inquietos y tiran mucha viruta fuera de la jaula. Esto sumado a que al ser menor el área de la jaula va a provocar que el macho se roce más frecuentemente contra las paredes de la misma, ensuciándose antes.

La chinchilla necesita un tamaño mínimo de jaula para desarrollarse completamente, y éste en una gazapera chica no es suficiente. Además los criadores nuevos, para los que está dedicado este artículo, necesitan incorporar en mayor medida jaulas para cría, que además le sirven como doble propósito.

Con los años, cuando ya no quieran agregar más hembras a su criadero, pueden fabricar o comprar jaulas gazaperas, sin túnel, pero de tamaño adecuado.

Es importante que el alambre y la bandeja de la jaula sean inoxidables, como así también los comederos y bañeras.

Se prefieren los alambres tratados con baños de zincado por inmersión en caliente y las bandejas y demás accesorios en chapa de acero inoxidable. También se pueden usar los alambres en acero inoxidable, el problema en este caso es el costo. El zincado en caliente es más económico , pero no se lo hace en muchas zonas del país, y los costos de flete también son muy caros.

Por eso muchos criadores usan jaulas con zincados electrolíticos baratos, y elementos de chapa en galvanizado, pero el problema es que el óxido no aparece todo de golpe, sino de a poco. Cuando el criador se decide a cambiar o renovar la jaula, ésta está completamente oxidada y seguramente se mancharon y arruinaron por lo menos 2 animales. El dinero que perdieron por estas pieles manchadas o arruinadas es mucho mayor que el valor de una excelente jaula de primer nivel, y ésta nos garantizaría criar animales limpios de por vida. Piénsenlo bien cuando fabriquen o compren jaulas.

Yo aconsejo tratar a todos los machos por igual, sean para piel o para cría, el tiempo nos dirá con cual nos quedaremos para aparear, pero todos estarán limpios.

Es aconsejable, además, que los machos se alojen en una zona bien separada de las hembras, o si es posible en otro local. De esta manera evitaremos que el celo de las hembras provoque nerviosismo en nuestros machos jóvenes y pueda desencadenar en manchas, clapas o en el peor de los casos, comepelo.

Yo siempre ubico a los machos más jóvenes en las filas inferiores. Allí irán desarrollándose en forma tranquila, y en la medida que vayan creciendo, digamos cada 2 ó 3 meses, los voy pasando a la fila superior, para llegar alrededor de los 8 ó 9 meses de edad a la 4° ó 5° fila, cosa de poder observarlos muy cómodamente sin necesidad de sacarlos de la jaula; además a esta altura de jaulas estarán más ventilados en la etapa final de producción de la piel.

Al estar todos los machos de una misma edad juntos, nos va a permitir controlarlos con mayor facilidad y determinar rápidamente cuando estarán próximos a la maduración y/o finish de la piel.

En la medida que peleteemos o pongamos en cría los machos de las filas superiores y desocupemos éstas, nos va a quedar lugar libre para ocupar con los machos más jóvenes de las filas de abajo.

Además de poder verlos y controlarlos mejor, ubicar en las filas superiores a los machos casi listos para piel nos va a permitir tomarlos con mayor facilidad cuando tengamos que controlar la maduración, evitando de esta forma producir una clapa.

Respecto al baño, los machos deben tener un tratamiento distinto del resto de los animales. Las hembras de cría, pueden ser bañadas una o dos veces por semana ( preferentemente dos ); pero los machos deben ser bañados por lo menos dos veces a la semana ( si es más, mejor ). Yo prefiero bañar a los machos utilizando frascos o bañeras individuales, que entran y salen de las jaulas, de esta manera se dan un baño más completo manteniéndose más limpios.
Las hembras pueden ser bañadas sobre la madera o tolva de la jaula, utilizando una cuchara especial chata que pasa por los barrotes de la puerta, puede usarse marmolina malla 120 o algún otro producto similar. Con este último sistema, se ahorra mucho tiempo, pero el baño no es tan eficiente.

Yo utilizo para bañar los machos polvo "blue-cloud" de U.S.A. Es perfecto como deja los animales, pero es un poco caro para los criadores nuevos. En el caso de usar marmolina, no usar de malla más gruesa que 120 o impalpable, pues los granos gruesos tienen aristas filosas y cortan el pelo, además no dejan en tan buenas condiciones al animal.

En el caso de usar frascos o bañeras, el polvo de las mismas debe ser tamizado y/o reemplazado con frecuencia, para tener así un buen colchón de polvo que absorba y bañe correctamente.

Es muy importante contar en el criadero con buena iluminación artificial, se debe disponer de tubos luz de día en cantidad suficiente para ver perfectamente lo que ocurre en todas las jaulas, además deberán estar ubicados en el medio de los pasillos para no proyectar sombras de las jaulas y así aprovechar mejor la luz.

He visitado muchos criaderos que tenían por iluminación lamparitas amarillas que no permitían ver bien defectos o virtudes de los animales, para evaluar rápidamente a los mismos, era necesario llevarlos a la luz del día ( en caso de ser de día ) o hasta la mesa de graduación, si es que la tenían, con la consiguiente pérdida de tiempo.

Solamente con buena luz blanca artificial podremos analizar el estado de maduración de los animales, en caso de querer hilar muy fino, o para establecer comparaciones para reservar animales para reproducción, usaremos la mesa de graduación.

Muchos criadores suelen peinar sus machos a los 4 ó 5 meses de edad, y después a los 7 u 8 para verlos en mejor condición.

Yo prefiero, si el pelo de los mismos está creciendo correctamente, no peinarlos nunca, y en caso de ser necesario hacerlo porque el pelo está presentando motas o enredos, usar un peine de dientes bien separados sólo para desenredar.

Si se cría la calidad adecuada de animales, con sedosidad y densidad correcta, se usa buen sistema de baño, polvo, etc., y las condiciones de limpieza, ventilación y humedad del criadero son óptimas, difícilmente tengamos animales con pelo en malas condiciones.

El criador deberá evaluar dónde está cometiendo el error.

Toda vez que peinamos animales, más allá de extraer pelo muerto o enredado, vamos a sacar también pelo nuevo, y esto va a provocar un crecimiento de pelo a destiempo que va a generar una maduración despareja y los animales finalmente no lucirán bien. Por esa razón los animales para exposición son peinados a último momento y con mucho cuidado de no sacar mucho pelo.

Si las cosas se hacen bien, nuestros animales pueden hacerse piel en forma perfecta sin haber sido peinados nunca.

Un tema que no quería nombrar, por considerarlo obvio, es el de la viruta; pero últimamente estoy viajando por muchas provincias del país, y veo cosas que no pensé que iba a ver. Sabemos que más allá de la genética, el baño, la ventilación, control de humedad y calidad de jaula, para obtener pieles limpias debemos usar viruta de primera calidad.
Esta debe ser blanca, seca, preferentemente fina y sin aserrín y dispuesta en forma abundante en la bandeja.

Ultimamente, debido a la crisis económica y la consecuente reducción de la construcción, se hace muy difícil conseguir viruta blanca en abundancia.

Pero en caso de tener que racionarla, se puede usar viruta algo contaminada con madera de otros colores para las hembras de cría; pero solamente debemos usar para nuestros machos de piel viruta blanca, es la única forma de obtenerlos completamente limpios como el mercado lo pide, de otra forma lo pagaremos muy caro.

De ser necesario, los criadores pequeños deben unirse a los más grandes de la zona y aprovisionarse juntos de viruta, o en último de los casos fabricarla ellos mismos, con una simple cepilladora mecánica vieja y comprando madera blanca barata sin tratar con productos químicos.( pentaclorofenol, etc.)

Si se usa viruta húmeda, con pocas posibilidades de absorber correctamente el orín, hay mucha humedad en el criadero, mala ventilación, hacinamiento, alta temperatura y no se limpia con la frecuencia debida, con toda seguridad se olerá a amoníaco.

El amoníaco flotando en el ambiente, con el tiempo, oxida las pieles de los animales produciéndoles un aspecto rojizo que contrastará con la pureza de las pieles del muestrario de los compradores, y por supuesto serán castigadas con precios bajos.

Bueno, han podido ver la cantidad de pequeños, y no tan pequeños detalles que se deben tener en cuenta si se quiere criar animales para producir las mejores pieles, y pude haber olvidado mencionar alguno de ellos.

Se supone que llegamos ya a tener animales desarrollados listos para ser peleteados, nos falta solamente saber evaluar correctamente el punto óptimo de maduración y hacer el trabajo de sacrificio, cuereado, estaqueado y conservación de la piel pre y post curtido, así como su correcta preparación y peinado para su posterior venta.

No se olviden que la cría de Chinchillas, así como la producción de sus pieles, es artesanía pura.

Asociación Chinchillas Rioplatenses